Bienvenidos

Os doy la bienvenida a todos los que en sus ratos libres (aunque sean escasos) se dediquen a practicar la escritura o la lectura, para moverse a un mundo de terror, romance, historia, humor o simplemente para evadirse durante unos minutos de la realidad... Por eso estáis cordialmente invitados a leer y a opinar.

Un cordial saludo para todos vosotros.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Álvaro y Fuencisla


Álvaro Avelande, un chico que a los quince años presenció el fusilamiento de sus propios padres, estaba totalmente en contra del régimen franquista.
Vivía en Guadalajara antes de que sus padres fuesen fusilados en 1940. Allí vivía su madre Gladis, una señora de origen inglés, y Juan Manuel, que de todos era conocido, por sus ideologías republicanas.
En 1942, se mudó al pueblo de Fontanar, donde encontró trabajo como vigilante nocturno en un barrio. En este mismo año conoció a Fuencisla, una chica de diecisiete años de edad, que trabajaba como granjera en las afueras del pueblo.                                                                                                                               Ambos se conocieron en un bar del pueblo llamado “El Bermenal”, donde todos los trabajadores del barrio, que era un barrio a las afueras del pueblo, paraban para almorzar, ya que era el único que había.
A finales de 1942 se casaron en una iglesia a las afueras de Guadalajara, una Ermita que tenía muchos años de antigüedad. La ceremonia se celebró sin ninguna complicación, pero en el banquete de boda, al cual asistieron más de cincuenta familiares, intervinieron unos guardias arrestando a un tal Miguel, el cual se había colado en la ceremonia para ocultarse de los guardias, éstos fusilaron a Miguel tras la Ermita. Uno de los guardias se acercó a los novios y les advirtió que la próxima vez que fuesen vistos en una situación similar, serían arrestados por encubrimiento de un inmigrante ilegal.
En 1943, ya casados, Fuencisla se había quedado embarazada, pero lo que no sabía Álvaro, era que Fuencisla le había sido infiel tres días atrás. Efectivamente, el niño que crecía en Fuencisla era de otro hombre.
Hablemos sobre Fuencisla.
Fuencisla proviene de padres adinerados, pero ella los defraudó al poseer esas ideologías tan revolucionarias e impensables para la época. Ella siempre ha temido a su padre, ya que éste creía en la disciplina y en la dureza a la hora de la enseñanza de los niños. Fuencisla había sido siempre sometida a duros trabajos designados por su padre José Antonio, el cual era un civil que servía a las fuerzas de gobierno de Francisco Franco.
Por otro lado, la madre, Pilar, era una mujer amable con todo el mundo, aunque eso no hiciese posible que Fuencisla se quedase en la casa y continuase con sus estudios.
Ese mismo año, el padre de Fuencisla, José Antonio, estaba actuando de forma muy extraña desde el último turno de noche en el cuartel en el mes de marzo. Por esto mismo tres días atrás Fuencisla fue a visitar a su padre, ya que Pilar estaba en Madrid en un viaje con sus amigas del trabajo. Esa misma noche José Antonio estaba aún más agresivo que de costumbre… y es que éste empezó a forzar a Fuencisla e incluso a abusar de ella.
Fuencisla no le había sido infiel a Álvaro por su propia voluntad, sino que ahora además de llevar el peso de alimentar a un niño que no había sido fruto del amor entre Álvaro y ella, también cargaba el enorme peso de haber sido violada por su propio padre. Fuencisla no quería contarle nada a Álvaro, ya que pensó que lo enfurecería a tal punto que sería capaz de hacer cualquier cosa.
1946.
Juan José Avelande Sánchez, era el nombre del niño que había nacido de la despiadada violación de José Antonio a su propia hija.
En la noche del 31 de agosto, Fuencisla no podía soportar más el remordimiento que la quemaba lentamente por dentro y los casi tres años de profunda depresión ocultada que había vivido, así que decide tirar del telón y delatar a su padre.
Álvaro reaccionó con un breve lagrimeo y decidió abrazar fuertemente a Fuencisla, seguidamente, tomó la escopeta y se montó en furgón que usaba para las vigilancias nocturnas, para ir a casa de los padres de Fuencisla.
Cuando ya se encontraba allí Fuencisla llamó llorando, cuando aún José Antonio no sospechaba el motivo por el que Álvaro había ido hasta allí, y le contó a Pilar que habían encontrado el a Cristina, la prima de Álvaro, asesinada en el suelo con las marcas de dos disparos en la frente. En ese momento Álvaro agarra a José Antonio por las solapas de la chaqueta y lo empuja hacia la pared, éste opone gran resistencia y escapa por la ventana del jardín. Álvaro corre hacia el furgón y toma la escopeta, seguidamente corre en su búsqueda y al poco tiempo acorrala a José Antonio en un paredón de fusilamiento, allí le encaja quince disparos en la frente y rabioso, empieza a golpear el cuerpo ya rematado con el mango de la escopeta. Álvaro escapa del lugar, y a la mañana siguiente los vecinos del barrio creen que el cuerpo pertenecía a un fusilado por los civiles.
7 de noviembre de 1946
El cuerpo de Álvaro es encontrado en el fondo de un barranco, éste decidió suicidarse tras haberse sometido a la presión de matar alguien, ser marido de una mujer violada y psicológicamente devastada y sobre todo tener un hijo que no era biológicamente suyo, o como él mismo destacó en su carta de despedida a Fuencisla:  “No pienso tener un hijo que signifique una rotunda mentira, me gustaría haber tenido un hijo al que cuando lo mirase, me sintiese orgulloso, no obstante, si viviese con este, lo vería como la perfecta prueba de una mentira que nos ha hecho sufrir una agonía… definitivamente, cada vez que mirase a ese niño, vería al padre el cual forzó y violó a su propia hija”.
Podría contar que este sería el fin de una historia llena de infortunios y sufrimiento, pero decido por el momento, que vosotros decidáis el destino de Fuencisla y de su hijo Juan José.